Jueza de Garantía Vania Boutaud Mejías, participó este viernes 2 de julio en Seminario Internacional sobre Justicia Terapéutica organizado por las Universidades de Vigo y de Compostela de España, además de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina y la Asociación Iberoamericana de Justicia Terapéutica.

El tema expuesto fue “Jueces que sanan: desafíos y experiencia del programa de TTD en Chile”, donde se abordó la experiencia de los Tribunales de Tratamiento de Drogas y/o Alcohol y como se ha desarrollado este Programa en Chile que se inserta dentro del sistema de justicia penal.

Cómo se ha incorporado a través de los años una metodología y un conjunto de herramientas para otorgar tratamiento a personas imputadas de un delito con consumo “problemático” de drogas y/o alcohol, que reúnen las condiciones para optar a la “Suspensión Condicional del Procedimiento”, y en el que es fundamental la supervisión judicial durante el proceso penal.
Abordó además los cambios que se han debido implementar en la modalidad de trabajo, como consecuencia de la pandemia, donde las audiencias se realizan por video conferencia y en las que los usuarios pueden comparecer personalmente al tribunal o bien conectarse por video conferencia. Si bien pudo dar cuenta de las cifras que se registraron respecto de los ingresos de causas durante los años 2018 y 2019, con un total de 587 y 551 respectivamente, también pudo evidenciar como este se vio disminuido el 2020 con un total de 354 ingresos, atendido principalmente el cambio de imputado que empezó a llegar a audiencia, ya que con motivo de la cuarentena obligatorio se priorizaron sólo los delitos más violentos. Sin embargo, esta cifra se vio incrementada ya en el primer semestre de 2021con 238 aproximados.

En entrevista con la magistrada ella señaló que existen muchos desafíos pendientes aún para el programa dentro de los que se encentran: “Debe existir igualdad en la prestación de servicios, y me refiero especialmente a los Centros de Atención, que debe comprender la realizar social y del lugar, ya que no es lo mismo muchas veces la atención que tiene un usuario en Santiago, a la que tiene otro en Arica o Aysén; deben existir unidades especializadas en tratamiento y rehabilitación en casos más graves, donde hay un importante compromiso orgánico y de total drogodependencia, se deben homogenizar criterios y estandarizar modalidades de trabajos, ya que no todos los jueces y juezas tiene la misma “Sensibilidad” frente al tema; ya que se pierden muchos casos que pueden ingresar al programa detectándolos a tiempo, en la misma audiencia de control de detención y eso depende muchas veces de los intervinientes y del juez que no muestran mayor interés por el caso planteado; debe existir una igual capacitación interinstitucional – en forma anual y con cifras actualizadas. Además no se puede desconocer que con la Pandemia, hubo un cambio en el tipo de imputados que llegó a tribunales, por lo que se requiere una mayor conexión con la realidad que vemos día a día en nuestros tribunales y finalmente, no puedo dejar de mencionar, que a mi juicio se requiere con urgencia una Ley, ya que eso permitirá estandarizar el trabajo de los TTD en todos los tribunales del país, sin que este programa quedé entregado a la buena voluntad de cada juez o jueza”.

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