Justicia de exportación: Tribunales de Drogas llegan a 22 países

En Chile hay 28 juzgados de garantía que ofrecen planes que buscan rehabilitar al imputado y evitar su reincidencia.

L. ZAPATA
Abner tiene 35 años. Es publicista de la U. de Santiago, tiene dos hijas y una esposa a las que no ve. Hasta el año pasado pensaba que su consumo de drogas era normal. “Fui al colegio, universidad, pero siempre consumiendo”, cuenta, al tiempo que pide no revelar su identidad, dónde se crió o su lugar de trabajo.

        En el Centro de Justicia de Santiago operan algunos de los tribunales que tienen esta modalidad. “Comencé con marihuana, luego cocaína. Consumía escondido”, señala mientras recuerda que a sus cortos 15 años había violencia en su casa y “buscaba en la calle el apoyo emocional que allí no tenía”.

En 2017 tocó fondo cuando, producto del consumo problemático de drogas, fue abandonado por su familia.
Todo empeoró una noche en que perdió el control y fue detenido por una violenta riña callejera. Se sentía perdido, pero el tribunal donde fue formalizado le presentó la posibilidad de ingresar al programa Tribunales de Tratamiento de Drogas (TTD), gracias al cual dejó de consumir y consiguió limpiar sus antecedentes, aunque aún
espera recuperar a su familia.

        Un caso similar es el de Francisca tiene 16 años. En agosto de 2017 “estaba en un paradero del Transantiago. Había una señora con un celular; yo quería plata para consumir. Tomé su teléfono y salí corriendo”, cuenta la joven, quien a los 12 años se fumó el primer cigarrillo de marihuana. Ella no contaba con que su víctima la seguiría en taxi, mientras llamaba a Carabineros. “Me rodeó en la esquina y me tomaron detenida”, cuenta la adolescente. Fue formalizada por hurto agravado. En la audiencia y gracias al trabajo en conjunto entre la Fiscalía y la Defensoría Penal Pública, le ofrecieron ingresar a estos tribunales bajo la condición de tratar su adicción y volver al colegio, porque había dejado de estudiar.

          El cambio fue evidente, cuenta Georgina Guevara, defensora penal adolescente, quien recuerda que “la Fran no tenía problematizado el consumo”, menos que este podría dejarla tras las rejas. Su evolución fue sustancial. “He mejorado mucho, porque me porto bien y no hago cosas que no se deben”, dice la joven.
Su defensora cuenta que “en las primeras audiencias llegaba retraída”, pero que después “tomó confianza con su terapeuta y comenzó a contar por qué consumía”.
El programa resultó un éxito para la joven, quien egresó del tribunal el 3 de septiembre pasado.
La oferta de los TTD Hoy, los Tribunales de Tratamiento de Drogas se encuentran  en 28 juzgados de garantía.
No todos los imputados pueden acceder al programa, cuyo principal requisito es que estos no tengan causas pendientes ni antecedentes. deben ser formalizados por delitos de baja connotación social. juez Roberto Contreras, de la Corte de Apelaciones de San Miguel, es uno de los precursores del programa que es replicado en 22 países de habla hispana, debido a su bajo costo y porque permite “reducir drásticamente la reincidencia” de quienes cometen delitos
por primera vez, cuenta el magistrado, quien hoy preside la Cumbre Iberoamericana de Justicia.

          Según las estadísticas que maneja el programa, siete de cada 10 delitos se cometen bajo la influencia del alcohol o drogas, y el desarrollo de los TTD –que operan silenciosamente hace más de 10 años en Chile– permitió rebajar de un 70% a un 12% la reincidencia. “Esto lleva a reducir la criminalidad. Un aporte sustantivo que no es conocido”, dice Contreras.

      Jimena Kalawski, jefa de la división programática del Servicio Nacional de Prevención y Rehabilitación del Consumo de Alcohol y Drogas (Senda), organismo que apoya en la rehabilitación de estas personas, reconoce que el programa aún es pequeño y requiere ampliar su cobertura, pero resalta que “Chile es un referente, hemos apoyado la
implementación del programa” en otros países.
Entre 2014 y 2017 el programa atendió a 1.679 personas; un 42% egresó con éxito. “Senda aporta con dos profesionales en las audiencias de seguimiento”, cuenta Kalawski, quien espera que este año se concrete la implementación de los TTD en La Araucanía, a la espera de sumar a Atacama, Los Ríos, Aysén y Magallanes.

           Para el juez Contreras es imperativo masificar el tratamiento, pues la población penitenciaria de Chile tiene una de “las tasas más altas del mundo, con un crecimiento anual del 7% en los últimos 15 años”, equivalente al crecimiento de la población penal de Brasil, cuyos “niveles son extremos”, señala el magistrado. ¿Qué falta? Mayor oferta para el tratamiento de drogas, porque la actual “es muy escasa”, reconoce la defensora Georgina Guevara, para quien el Estado está en deuda en esta materia, pues “hoy no existe ningún centro en todo Chile para larga estadía. Para corta estadía hay apenas 20 camas” a nivel nacional.

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